29 de mayo de 2017

Están creciendo plantas en la Antártida. Y algo peor puede pasar después

Las malas noticias sobre la Antártida ya nos sorprenden poco: desde que el calentamiento global está haciendo de las suyas, cada poco meses escuchamos que algo "extraño" a ocurrido en alguno de los dos polos. 

Hace poco, un nuevo mapa mostró como la Antártida se está derritiendo y lo que quedaría de nuestras ciudades si eso pasara. 


Ahora, algo más insolito aún está sucediendo: los científicos acaban de descubrir un rápido crecimiento del musgo en la Península Antártica, relacionado con el aumento de las temperaturas. Sí, la blanca Antártida se está volviendo verde.
Normalmente, el 99% de la Antártida está cubierta por hielo permanente. Solo se tiene constancia de la existencia de dos plantas con flores en uno de los extremos del continente, en la Península Antártica, y han sido objeto de estudio de los científicos hace años, para saber como podría impactar el cambio climático en la vida vegetal de la Antártida.

Sin embargo, aunque no haya plantas, hay algún tipo de vida vegetal en la Antártida: el musgo. Y es él el que ha estado creciendo últimamente, preocupando a los científicos.

La revista Current Biology publicó el 18 de mayo un artículo publicado  "Generalizada respuesta biológica ante el rápido calentamiento en la Península Antártica", que no deja lugar a dudas. Lo que está pasando es preocupante.

"El aumento de temperatura durante aproximadamente el último medio siglo en la Península Antártica ha tenido un efecto dramático en las matas o porciones de terreno cubiertas por musgo que crecen en la región”, explicó Matt, Amesburry, uno de los especialistas.
Que las especies vegetales que antes no podían crecer allí, ahora se estén reproduciendo en la Antártida, es una señal de que el clima allí se está calentando, y mucho. 

Lo preocupante del calentamiento no es que crezcan plantas, sino el derretimiento de los hielos. Como ya sabemos, si la Antártida se derrite pasan dos cosas: 1) Se pierde una importante reserva de agua dulce. 2) El agua va a los océanos del mundo, y prácticamente todas las costas del planeta podrían desbordar.

Según Amesburry,  no hay dudas de que la Antártida se está convirtiendo en un lugar más verde, y lo que podría pasar después debería ser suficiente para alertarnos a todos de lo que está sucediendo con el planeta.


FUENTES:

28 de mayo de 2017

Defensa dels cèrvols

La nostra companya Helena Ramos de º1º ESO E ens ha fet  aquest poster gegant per tal de concienciarnos sobre el respecte a una meravellosos animals com són els cèrvols. Moltes gràcies Helena.


22 de mayo de 2017

20 APPs que te ayudarán a hacer tu vida más ecológica

Llevar una vida sostenible es posible ayudándonos de la tecnología. Todo el mundo dispone de un Smartphone en su bolsillo (hay personas que incluso llevan dos), por eso, tenemos en nuestra mano una poderosa herramienta para cambiar el mundo.
Estas 20 apps nos pueden ayudar a frenar el calentamiento global, reducir la huella de carbono, ahorrar en tu consumoy cuidar del medioambiente. Con estas Apps podrás ahorrar energía, emisiones de CO2 a la atmósfera, comer más sano y te darán ideas para que te conviertas en un ciudadano más sostenible.

1 Ahorro en casa. Esta aplicación te permite ahorrar en el consumo de gas, agua, luz o en la cesta de la compra con consejos prácticos y se divide por las zonas de la casa donde puedes ahorrar como cocina, baño, dormitorios, terraza, el jardín, o el salón. Descarga esta app aquí 

2 Amovens. Es el nuevo blablacar, contamina menos compartiendo coche o alquilando uno. Tiene tres opciones viaje en coche compartido, alquiler de coches particulares y renting para particulares. Descarga esta app aquí 

3 Bike Map. Contiene más de tres millones de rutas de bicicleta alrededor de todo el mundo e informa según lleves bici de ciudad, de carretera o de mountain bike y facilita la distancia y el ascenso. Descarga esta app aquí

4 Buycott. Te ayuda a organizar tus compras de todos los días para que compres productos en los que en su fabricación se ha respetado el medioambiente. Descarga esta app aquí

5 Caliope. Hace un pronóstico de la calidad del aire con una hora de antelación y la clasifica como buena, admisible, deficiente, mala y muy mala. Descarga esta app aquí 

6 Carbon Footprint Calculator. Calcula la producción de CO2 que se liberan en nuestras acciones diarias. Introduciendo las facturas de consumo de energía la aplicación calculará tu producción de CO2 y te ayudará a reducirla. Descarga esta app aquí

7 Dónde reciclar Aplicación en la que podrás encontrar el punto limpio de cualquier tipo más cercano a ti. Descarga esta app aquí

8 Ecoelink Red social que permite compartir fotos, vídeos, e ideas ecológicas con otros amantes del medioambiente. Descarga esta app aquí

9 Eco Footprint. Calcula el impacto ecológico que tienen tus hábitos diarios de alimentación y de transporte. Descarga esta app aquí

10 EcoSpeed. Analiza la velocidad que se usa simultáneamente con los datos del GPS. Lleva un indicador de engranaje, de velocidad, una alerta de velocidad máxima lo que te ayudará a ahorrar hasta un 40% de combustible. Conoce más sobre esta app aquí 

11 Go Green. Aplicación que te dará consejos o trucos ecológicos para que tu día a día sea más respetuoso con el medioambiente. Conoce más sobre esta app aquí

12 Good-Guide. Incluye valoraciones sobre más de 210.000 productos y las empresas que los fabrican calificando científicamente cada producto en función de la salud, el impacto social y ambiental. Descarga esta app aquí

13 Green Globe. Green Globe es el líder en certificación de empresas de turismo sostenible y ofrece una amplia selección de resorts, hoteles, centros de conferencias, atracciones y experiencias de turismo sostenibles. Descarga esta app aquí

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14 Guía del reciclaje. Herramienta desarrollada por Ecoembes que te soluciona cualquier duda que tengas a la hora de reciclar y ofrece al usuario una guía de reciclaje con toda la información sobre cómo separar correctamente los envases. Descarga esta app aquí 
15 iHuerting. Si quieres tener un huerto urbano para tener tus propios alimentos naturales, esta aplicación que te ayudará a mantenerlo y te avisará de cuándo tienes que regar, fertilizar y prevenir plagas. Descarga esta app aquí 
16 MyUse. Permite realizar un seguimiento gráfico de la electricidad, gas y agua usada. Elabora un seguimiento de nuestro impacto medioambiental. Descarga esta app aquí 
17 Piqqo Projects. Te mantiene informado sobre proyectos sostenibles a través de videos de YouTube.Descarga esta app aquí
18 Ponle Freno. En esta aplicación los ciudadanos pueden enviar las fotos y vídeo-denuncias que consideren necesario notificar debido a su peligrosidad. Descarga esta app aquí
19 Think Blue. Es un simulador de carreras en el que gana el que realiza una conducción responsable y no el primero en llegar. La aplicación la ha desarrollado Volkswagen para promover la conducción responsable. Descarga esta app aquí
20 Tu huerto en casa. Si quieres tener un huerto urbano, esta es tu aplicación. Te proporcionará unas nociones básicas para que comiences a plantar tu huerto con información de más de 50 plantas. Descarga esta app aquí 

¿Cuál es el impacto sobre el Medio Ambiente de las armas de guerra? Fuente: Medio Ambiente

“Sea cual sea el arma que se emplee, sus efectos sobre las personas son terribles: causan muerte, dolor y destrucción. Pero también existe un impacto muy importante sobre el Medio Ambiente, muchas veces imposible de revertir a corto y mediano plazo.” ENVIADO POR: ECOTICIAS.COM / RED / AGENCIAS FECHA DE PUBLICACIÓ: 11/05/2017, 15:35 H | (153) VECES LEÍDA Armas biológicas Las armas biológicas representan una amenaza aún mayor que las armas químicas, ya que puede ser imposible revertir sus efectos sobre el Medio Ambiente. Por otra parte, son las más difíciles de detectar y su propagación se ve reforzada por el aumento de la resistencia humana y animal a los antibióticos. El uso de armas biológicas no sólo representa una amenaza para los seres humanos, sino que también constituye una grave amenaza para los ecosistemas agrícolas, las faunas silvestres y sus hábitats: las enfermedades introducidas que afectan a animales o seres humanos domesticados podrían ser particularmente perjudiciales para especies nativas que son naturalmente raras, y especies cuyo número se ha agotado debido a la degradación del hábitat. Uranio empobrecido El uranio empobrecido puede ser fácilmente absorbido por los seres vivos, ya que se convierte en polvo radiactivo tras el impacto. Como resultado, cientos de miles personas, animales y plantas se ven expuestos a esta sustancia altamente tóxica y radiactiva que tiene una vida media de 4,5 millones de años, por lo que sus efectos sobre la salud y el Medio Ambiente son un problema a largo plazo. Minas terrestres Se ha estimado que hay entre 60 y 110 millones de minas terrestres en todo el mundo. Más de 26.000 personas resultan heridas o muertas anualmente por minas terrestres y por la misma causa perece un número mucho mayor de animales domésticos y salvajes. Las consecuencias de las minas terrestres se sienten años después de que cesen las hostilidades. Además de las bajas humanas, las minas terrestres contribuyen de forma significativa a las crisis ambientales globales como la deforestación, la erosión del suelo, la contaminación del agua y la disminución de la biodiversidad. Cuando las minas terrestres se descomponen y se corroen, sustancias tóxicas como el Trinitrotoluene (TNT) y Cyclotrimethylenetrinitramine son lixiviadas en el suelo y el agua circundantes. Estos materiales son carcinógenos y tóxicos, de larga duración y penetran fácilmente en la cadena alimentaria. Armas nucleares La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calculado los efectos humanos y medioambientales de una guerra nuclear global. Se calcula que más de la mitad de la población se vería inmediatamente afectada. A ello se le suma que la radiación destruiría los cultivos, acabaría con la vida silvestre, contaminaría los mares y las fuentes de suministro de agua potable y acabaría con el equilibrio del Medio Ambiente y los ecosistemas. La fabricación y prueba de armas nucleares también daña los ecosistemas. Grandes áreas de tierra han sido contaminadas en los estados norteamericanos de Nevada y Nuevo México, en Polinesia Francesa, Australia del Sur y partes de Rusia y China. La disposición de los residuos es otro problema que ha provocado ya varias catástrofes en el Medio Ambiente. 

Fuente: Medio Ambiente

Como cultivar huertos verticales

huertos verticales
Los huertos verticales son una solución muy efectiva para los horticultores urbanos, que cuentan con espacios muy reducidos y que a pesar de esto desean llevar a cabo el proyecto de su huerto en casa. Los siguientes son los pasos a ejecutar para poder construir un huerto vertical, sin problemas.

soporte huertos verticales

Estos son los cimientos sobre los cuales se van a cultivar las plantas, contendrán el sustrato y serán los soportes, la estructura misma que permitirá acomodar verticalmente las plantas de nuestro huerto urbano.
Para el montaje de la estructura del huerto vertical hay todo tipo de opciones, desde soportes diseñados específicamente para esta función, como materiales más artesanales o improvisados como botellas plásticas, ahora bien, el soporte debe tener la forma de sostener este tipo de macetas, ya sean improvisas o elaboradas específicamente.
Es muy recomendable que un huerto urbano sea externo o que de alguna forma reciba por lo menos 10 horas de luz, por esto, la solución de huertos verticales, podría ser instalada incluso en interiores, aunque con las debidas precauciones.

Cultivo hidropónico

Para el sustrato, tenemos dos opciones posibles, la opción más óptima que sin embargo requiere, mayor control y conocimientos, que es la referente al cultivo hidropónico y la opción de sustratos orgánicos, la diferencia entre el uno y el otro, es que en el cultivo hidropónico, el sustrato es inerte, la asimilación de los nutrientes, se da de forma específica y controlada, la gran ventaja de esta opción es que las plantas pueden recibir su alimentación, en consecuencia a sus necesidades propias.

Cultivo orgánico

La opción de cultivo orgánico puede ser menos efectiva en el mediano y largo plazo, sin embargo, será una muy buena solución para los menos experto que con un sustrato común puedan implementar sus huertos verticales urbanos, de una forma más sencilla y accesible.

Está muy ligado a las condiciones concretas, de nuestra huerta, por ejemplo la profundidad de las macetas, la cantidad de luz que recibe el huerto vertical, ya que hay plantas que necesitan mucha exposición al sol, del mismo modo que hay otras que crecerían mejor bajo la sombra, los otros puntos a tener en cuenta serían el peso de la planta y al final la estética del huerto. Una planta muy pesada podría sobre cargar y el soporte del huerto vertical he incomodar el espacio y la estética misma del lugar donde se encuentre el huerto.

Se recomienda el riego por goteo y que el drenaje de la plantas sea óptimo, con esto es común en los huertos verticales, regar por goteo, en las plantas de más arriba esperan que el agua descienda uniformemente a los niveles de más abajo, sin embargo conviene cuidar la intensidad de los riegos para que no se diluyan los nutrientes del sustrato y las plantas se puedan alimentar efectivamente.

Una isla deshabitada en el Pacífico sur es el lugar con más basura del mundo


Una playa de la isla Henderson en 2015.  AP
Una isla deshabitada en el Pacífico sur es el lugar con mayor densidad de basura en el mundo. El territorio de Henderson acumula 18 toneladas de desechos a lo largo de sus 37 kilómetros cuadrados, es decir, 671 restos de basura por metro cuadrado, según un estudio publicado este lunes por la revista científica estadounidense PNAS. Cada día llegan otros 3.570 desperdicios flotando, a pesar de que el territorio está a 5.000 kilómetros de distancia de la masa continental más cercana, agrega el artículo.
Un cangrejo utiliza un pedazo de plástico como refugio, en 2015.ampliar foto
Un cangrejo utiliza un pedazo de plástico como refugio, en 2015.  AP
La isla Henderson forma parte del archipiélago británico Pitcairn y allí se realizan estudios científicos cada cinco o diez años. Está ubicada cerca de llamado Giro del Pacífico sur, un torbellino gigante donde se acumulan desechos transportados por corrientes marinas provenientes de barcos o de América del Sur.
Los científicos calculan que hay unos 38 millones de pedazos de plástico en la isla Henderson, que es de un tamaño similar a la ciudad española de A Coruña. Sin embargo, la cantidad de basura podría ser incluso mayor, según explicó la autora principal del estudio, Jennifer Lavers, del Instituto de Estudios Marinos y Antárticos de la Universidad de Tasmania. El equipo científico solo exploró hasta una profundidad de diez centímetros en la arena, en las zonas de acantilados el acceso era menor, y muchos pedazos de plástico eran demasiado pequeños para contarlos.
Envases de plástico, boyas de pescar, redes, cepillos de dientes y mecheros son parte de los desperdicios que cubren la isla. Aunque la mayoría son "objetos sin identificar", como los miles de trozos que solo miden un milímetro, dijo Lavers a la agencia Efe.
"Lo que vemos en la isla de Henderson demuestra que ningún lugar del mundo escapa a la contaminación por plástico, ni siquiera los más alejados en los océanos", ha explicado Lavers. La experta ha advertido de que el 25% de las especies marinas y algunas aves comen plástico en algún momento. "Y, si uno come un pescado con estos tejidos contaminados, en realidad está comiendo su propia basura", ha insistido.
Los científicos calculan que, mientras en la década de 1950 la producción de plástico era menor a dos millones de toneladas, en 2014 ha superado los 300 millones de toneladas en todo el mundo. El plástico que no es reciclado y termina en el mar, donde flota durante años y representa una amenaza para animales que lo ingieren o se enredan en la basura, ha explicado el estudio.
Basura acumulada en la arena de la isla Henderson, en 2015.
Basura acumulada en la arena de la isla Henderson, en 2015.  AP

Las encinas están sustituyendo a los pinos en España por el cambio climático

La falta de gestión de los bosques y el cambio climático están acelerando la sustitución de pinos por encinas y otros árboles de hoja ancha en España, según un estudio liderado por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF-UAB).
El estudio, que constata que este cambio se está produciendo mucho más rápido de lo esperado, sostiene que los bosques del norte y de las montañas medias de la Península Ibérica son los más perjudicados por esta sustitución, ya que podrían no resistir las sequías previstas para un futuro.
Según ha explicado el investigador del CREAF Jordi Vayreda, los árboles de hoja ancha de la Península Ibérica –encinas, hayas y robles principalmente- se han mantenido normalmente en segundo término bajo las copas de diferentes especies de pinos.
Pese a esto, las sequías repetidas y el aumento del número de incendios, consecuencias del cambio climático, han hecho que las frondosas cogieran protagonismo frente a los pinares, porque se adaptan mejor a estas perturbaciones.

Abandono de la gestión forestal 

Los árboles de hoja ancha -encinas, hayas y roble- se adaptan mejor al cambio climático.
Los árboles de hoja ancha -encinas, hayas y roble- se adaptan mejor al cambio climático. EFE/Carlos García
El estudio, que publica la revista Global Change Biology, advierte que el abandono de la gestión forestal también decanta la balanza hacia las frondosas, especialmente los encinares, que están colonizando los bosques mediterráneos más rápido de lo previsto.
La investigación se ha llevado a cabo con los datos de unas 33.000 parcelas de los Inventarios Forestales Nacionales (IFNs).
“La encina es una especie típicamente mediterránea que ya hace años que podría haber ocupado grandes extensiones de la península, pero con la gestión forestal y por razones económicas han favorecido los pinos en detrimento de ellas, porque la madera se pagaba mejor”, ha dicho Vayreda.
Según el ecólogo, queda por demostrar si estos cambios en la gestión podrían derivar en un problema para la estabilidad de los bosques, sobre todo en el norte de España, donde predominan especies típicas del centro de Europa y, por tanto, menos adaptadas al clima mediterráneo, como es el caso de los pinares de pino silvestre.
También aquí se está produciendo la sustitución y los pinares están desapareciendo en favor del haya, pero los hayedos no están adaptados a las sequías acusadas y, si se cumplen las predicciones de aridez generada por el cambio climático, podrían tener graves problemas para sobrevivir, según el estudio.

Otros motivos 

El estudio destaca al menos dos motivos más, aparte del abandono forestal, por los que se está dando la sustitución de los pinos por hayas, robles y encinas.
El primero es que las semillas de las frondosas se dispersan gracias a animales, por lo tanto tienen un alcance de colonización más grande y más rápido, y el segundo es que la mayoría de frondosas pueden germinar y crecer en condiciones de sombra, mientras que la mayor parte de pinos sólo pueden hacerlo bajo condiciones de mucha luz.
Además, según los investigadores, también la temperatura tiene relación porque han comprobado que a más altura, donde el clima es más frío, el ritmo de colonización de las frondosas es más rápido y, en cambio, los pinos desaparecen más velozmente de las altitudes bajas.
“Este estudio pone de relieve, una vez más, la importancia de la gestión forestal para adaptar nuestros bosques al cambio climático”, ha concluido Vayreda. Efeverde

Mohos y algas: nuevas ideas para reciclar la basura que inunda el mundo

Este 17 de mayo se celebra en muchos países el Día Mundial del Reciclaje, un día creado para aumentar la concienciación sobre una perturbadora realidad que a veces no queremos ver: nos come la basura. Los residuos generados por el consumo en muchos países occidentales ha pasado de ser un problema local a un desastre global en forma de océanos contaminados, vertederos deslocalizados, basura electrónica que unos generan y otros, los más desfavorecidos, sufren.
En un intento por mitigar el problema mientras la población aprende a consumir de forma sostenible y responsable, muchos proyectos de ciencias de los materiales buscan cómo desarrollar alternativas a los componentes más contaminantes, como los plásticos que necesitan décadas para degradarse en la naturaleza o las baterías con elementos contaminantes que a día de hoy se procesan con técnicas agresivas y que requieren grandes cantidades de energía. Estos son algunos de los planes para cambiar el modo en que consumimos y reciclamos nuestros residuos.

1. Gusanos que se comen el plástico

Hace menos de un mes, científicos del CSIC anunciaban el descubrimiento de un nuevo método para procesar el polietileno, un tipo de plástico tremendamente contaminante por lo que tarda en descomponerse en la naturaleza, y porque, como el amor, está en todas partes en forma de bolsas de la compra.
Un trozo de bolsa de plástico expuesto a la voracidad de 10 gusanos durante 30 minutos (Foto: CSIC)
Un trozo de bolsa de plástico expuesto a la voracidad de 10 gusanos durante 30 minutos (Foto: CSIC)
Ese método se basa en dejar actuar a la polilla de la cera, o Galleria mellonella, aunque habitualmente se alimenta de miel y de la cera de los panales de las abejas, pero que también es capaz de degradar el polietileno a una velocidad más que aceptable: 100 polillas demostraron que podían descomponer 92 miligramos de plástico en 12 horas.
Aun no está claro cómo se las apaña este gusano, pero parece que hay una enzima involucrada. El siguiente paso es encontrarla, aislarla y sintetizarla de forma que los que hacen las polillas de la cera podamos hacerlo nosotros a gran escala.

2. Moho para reciclar baterías

Al ritmo en que compramos y tiramos móviles y tabletas, el reciclado de sus baterías es otro gran problema medioambiental. En verano de 2016, una investigación de la Universidad de South Florida analizaba cómo los hongos podían ayudar a reciclar las baterías de ion litio recargables que utilizamos en nuestros dispositivos.
La mayoría de los procesos de reciclaje de baterías requieren mucha energía y utilizan productos químicos altamente corrosivos, como el ácido clorhídrico. Por eso un equipo de esa universidad trataba de determinar si tres tipos de hongos (Aspergillus niger, Penicillium chrysogenum y Penicillium simplicissimum) presentes en el moho de los alimentos o en aguas estancadas, podían echar una mano en el proceso como agentes de separación de los metales de las baterías, como se ha demostrado que pueden hacer con el oro de la basura electrónica.
Placa con cultivos del hongo Penicillium chrysogenum, uno de los empleados para separar los elementos de las baterías
Placa con cultivos del hongo Penicillium chrysogenum, uno de los empleados para separar los elementos de las baterías
Para probar esta posibilidad, los científicos desmontaron varias baterías y pulverizaron los cátodos, que contienen litio y cobalto en forma de litio óxido de cobalto. Después 'alimentaron' al moho con esa mezcla. Los hongos generan de forma natural componentes ácidos que, igual que el ácido clorhídrico, extraen el litio y el cobalto.
En concreto, generan ácido oxálico y ácido cítrico que pueden extraer hasta el 85% del litio y el 48% del cobalto de las baterías utilizadas, lo cuál no supera el método tradicional de ácido clorhídrico más altísimas temperaturas, que alcanza un índice de recuperación del 95%, pero a cambio es un procedimiento mucho menos agresivo con el medio ambiente.

3. Algas y maíz en compresas más sostenibles

Las compresas y productos de higiene femenina desechables son otro gran problema en lo que se refiere a la generación de residuos y su reciclado: se calcula que cada mujer utiliza unos 11.400 tampones o compresas a lo largo de su vida. Las compresas son el producto con un mayor impacto ambiental, debido a que la mayoría contienen polietileno, un plástico que tarda siglos en descomponerse de forma natural.
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Con esto en mente, estudiantes de la Universidad de Utah, presentaban hace unas semanas la SHERO Pad, una compresa creada con materiales 100% biodegradables que promete, según sus desarrolladores, la más comodidad que las compresas tradicionales y además que se descompondrá en la naturaleza en un periodo de entre 45 días y 6 meses.
La compresa está compuesta por una capa exterior de algodón sin tratar, un material similar al que se usa para fabricar las bolsas de té, una capa de transición hecha de algodón también para absorber el líquido y mantenerlo fuera de la capa exterior, en contacto con la piel, una capa interior superabsorbente hecha de un gel fabricado a partir de algas y una capa final de un material extraído del maíz para evitar pérdidas.

4. Dos plásticos en uno

Geoffrey Coates, profesor de química y bioquímica de la Universidad de Cornell, explica que de los 78 millones de toneladas de plástico utilizado para envases, solo un 2% se recicla. Uno de los problemas es que aunque solemos hablar del plástico así, en singular, como si hubiese solo uno, de hecho hay distintos tipos de plásticos y los dos más comunes, el polietileno (PE) y el polipropileno (PP), que suponen dos tercios del total del plástico utilizado en el mundo, tienen estructuras químicas diferentes y no se pueden procesar juntos para darles un nuevo uso.
Algo que podría cambiar gracias a un reciente descubrimiento de Coates y su equipo: un polímero que cuando se añade en pequeñas cantidades a una mezcla de PE y PP da como resultado un tercer material, otro polímero fuerte y resistente apropiado para ser utilizado como plástico de envasado.
"Se han logrado cosas parecidas antes, pero en esos casos había que añadir un 10% de un material más suave, así que no tenías las propiedades positivas de los plásticos, sino algo que no era exactamente igual de bueno que el material original", explica Coates. "Lo emocionante de esto es que puedes añadir solo un 1% de nuestro material, y seguir obteniendo una aleación plástica con muy buenas propiedades", y de paso, dar un nuevo uso a los plásticos ya utilizados.

5. Huevos y tomates en los neumáticos

Pieles de tomate y cáscaras de huevo podrían ser los ingredientes perfectos para mezclarlos con caucho y servir como relleno de los neumáticos del futuro, según investigadores de la Universidad del Estado de Ohio. Así se combinaría la solución a dos problemas de sostenibilidad de diferentes: el malgasto de alimentos y la escasez de negro de carbón, un material resultante de la combusión incompleta de productos derivados del carbón, lo cual conlleva su propio problema de emisiones contaminantes. Este material supone en torno a un 30% de un neumático, y su precio varía mucho con el precio del petróleo.
La piel de los tomates es un material resistente, capaz de preservar el interior del fruto incluso cuando los tomates son apilados en cajas. Además, son estables a altas temperaturas. Las cáscaras de huevo por su parte, tiene una estructura porosa que proporciona mayor superficie de contacto con el caucho y que actúa como reforzante de la estructura.
Como resultado, los neumáticos rellenos con esta mezcla resultaron ser igual de resistentes pero más flexibles que los que utilizan solo negro de carbón. Además, y no se puede decir que esto sea una sorpresa, cambiaron su color: del negro pasaron a un marrón rojizo.